Cambios del CFDI 4.0
En relación con la versión anterior —CFDI 3.3—, los requerimientos de la nueva versión tienen como principal objetivo simplificar la gestión de las operaciones y responder a los cambios de la Reforma Fiscal 2022.
En este sentido, han sido modificados ciertos esquemas particulares y otros mantienen su funcionamiento previo. Por ejemplo, el amparo en la retención de pagos todavía trabaja con la versión 2.0.
Entre los principales cambios de la nueva versión pueden mencionarse los siguientes:
- En cuanto al amparo de las retenciones, el nuevo CFDI requiere el ingreso obligatorio de los datos tanto del emisor como del receptor —nombre completo, domicilio y régimen fiscal—. Dichos datos deben coincidir con aquellos correspondientes al Registro Federal de Contribuyentes.
- Se establecen nuevos apartados para las facturas al público en general: las facturas que se emitan a prestadores de bienes o servicios deberán contar con el régimen fiscal del receptor, la periodicidad, el mes y ejercicio que le corresponda.
- Se establecen nuevos apartados a cuenta de terceros.
- La exportación de mercancías deberá ser identificada como tal en la facturación.
- Será obligatorio especificar en el complemento de recepción de pago si las operaciones de amparo al comprobante se encuentran gravadas por cualquier tipo de impuestos indirecto.
- Será necesario identificar, en el servicio de cancelación de facturas, los motivos de cancelación para CFDI 4.0. Esto prevé además la vinculación con el folio fiscal de la nueva factura que reemplazará a la cancelada.
Objetivos y ventajas del CFDI 4.0
Según los especialistas, los requisitos CFDI 4.0 cumplen con el objetivo de, por un lado, simplificar el proceso de facturación online y mejorar el registro de las operaciones; y, por el otro lado, incorporar los requerimientos tributarios previstos en la Reforma Fiscal de 2022.
El primer aspecto comporta una ventaja evidente: el servicio de gestión online se vuelve más ágil y la tramitación de las operaciones se vuelve más dinámica, en tanto se integra la presentación de declaraciones y se eliminan redundancias en la carga de datos preexistentes.
Finalmente, garantiza un mayor control por parte del SAT sobre las áreas fiscalizadoras y un mejor desempeño de la administración tributaria en función de las características previas y la experiencia de uso de los sistemas por parte de los contribuyentes.
